Entre palabras, actos y gestos, la sociedad infunde la: ¡DUDA!
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Y esta nos acaba, nos carcome, nos agota, hasta que esta saciada y termina con nuestra esperanza, anhelos y sobre todo con nuestro autoestima.
Pero ¿quien demonios son esa gente para hacer lo que les plasca con nuestras vidas?; entes sin existencia propia que tienen que arrivar a nuestro ser y apoderarse de el, para poder sobrevivir.
Y uno tan estupido como siempre, permite que las palabras entren por los oidos, dejan que los envuelvan en su ridiculo y negro humo de seda.
Es como el humo de un cigarro destruyendo los pulmones de un ser, solo que es esta ocasion, son simples palabras devastando un alma, un autoestima que de por si ya es debil.
¿Pero que secede cuando decides poner un alto?, crear una barrera a estas dudas que no te estan permitiendo residir en paz.
Decidir que solo son palabras, que bien pudieron ser ciertas, pero en un pasado, un pasado que no te pertenecio, un pasado del que tu no dependiste; asi que decides ignorarlas y vivir tu presente, que si bien hay algo malo o algo dudoso, en la perosna que acabas de conocer, te tocara descubrirlo a ti, y no dejarte llevar por lo que digan unas bocas llenas de descontento.
Decides que es tu vida, y que si te vas a equivocar que sea por tu propia decicion y no por que los demas querian verte equivocarte.
Decides cerrar los oidos hacia estas vagas voces que tratan de entrar en tu ser.
Levantar la vista y seguir tu camino, siendo y esperando lo que Dios y el tiempo decidan.
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